¿Ante algo nuevo eres de los que se lee las instrucciones o te pones a trastear ? Si eres de los segundos estás aplicando el «learning by doing«, aprender haciendo. Ya Aristóteles decía, “lo que debemos aprender a hacer, lo aprendemos haciendo,” y precisamente de eso trata el learning by doing, de desarrollar habilidades a través de la experimentación ,es decir, a partir de nuestros propios errores y aciertos.
Los estudios demuestran que las personas sólo somos capaces de recordar entre el 25% y el 50% de lo que oímos. Sin embargo cuando la información va asociada a una emoción, sea esta positiva o negativa, la mantenemos en el recuerdo. Y es que las emociones activan el hipocampo y la corteza cerebral, las regiones del cerebro implicadas en la formación de las memorias. Cuando llevamos algo a la práctica vivimos una experiencia y dicha experiencia la asociamos a una emoción.
Muchas empresas ya aplican la metodología «learning by doing» a la hora de formar a sus trabajadores en lo que se conoce como soft skills: trabajo en equipo, toma de decisiones y liderazgo entre otras. Se llevan a cabo acciones concretas dentro de la organización y, a través del análisis de las mismas, los participantes pueden tomar decisiones que generen líneas estratégicas, concertar esfuerzos para ordenar las ideas y alcanzar unos mejores resultados.
Pero toda acción supone un riesgo, pues el equivocarse puede acarrear una serie de consecuencias negativas.Y es por ello que aparece la gamificación en el mundo empresarial, la creación de un entorno lúdico en el que a través de dinámicas de juego el trabajador pueda experimentar sin asumir riesgos.
En Escape the City hemos desarrollado una metodología propia, el Skyline, la primera metodología basada en la gamificación que responde a los retos de las empresas. El objetivo es generar ambientes distendidos en los que las personas conecten entre sí, descubran algo más allá de lo cotidiano y aprendan. Para analizar y resolver los problemas, debemos aprender a mirarlos desde otra perspectiva.Y eso es precisamente lo que hacemos con nuestro método, pararnos a observar el «skyline«.
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